Mucho se habla de las dificultades financieras que conlleva el estar endeudado, el no poder llegar a fin de mes, el tener que pedir otro crédito para cubrir otras deudas e incluso el perder los bienes en un juicio a causa del no pago de estas.
Según el informe de Equifax del 2019, casi un tercio de la población en Chile se encuentra con algún nivel de atraso en el pago de sus deudas, alcanzando este año un récord de 4.529.480 personas en esta situación, lo que se traduce en que el sobreendeudamiento y la incapacidad de pago son claramente un problema de la mayoría de los chilenos.
Además, el informe no solo refleja un aumento en la cantidad de personas sobre endeudadas, sino que además existe un aumento del monto adeudado por persona (10%) y de la cantidad de deudas por persona.
El Banco Central por su parte, afirma que el 24% de los chilenos tiene un endeudamiento bancario que sobrepasa 6 veces su ingreso mensual.
“El estar apretado económicamente” o “No poder pagar las deudas” es el primer y más claro síntoma del sobreendeudamiento, sin embargo, este hecho trae consigo consecuencias más profundas que afectan el diario vivir de todos aquellos que se encuentran en esta situación;
· Falta de tranquilidad
· Frustración
· Ansiedad
· Desmotivación
· Irritabilidad
· Incertidumbre
· Disminución del desempeño laboral
· Problemas familiares
Son algunas de las consecuencias más comunes en aquellos que se ven afectados por el sobre endeudamiento, situación que ha ido incrementando en los últimos años, que se ha reflejado directa e indirectamente en las demandas sociales que la ciudadanía ha puesto sobre la mesa (bajas pensiones, sueldo mínimo, precio de los remedios, pasaje del metro, entre otros) y que probablemente se potencie este año por la ola de desempleos que ha afectado a nuestro país estos últimos días.
Todo lo anterior apunta al mismo problema de fondo: la insuficiencia económica de las familias en Chile y la incapacidad de pago de deudas.
¿La causa?
No podemos señalar un único factor como el “culpable” de esta realidad, sin embargo, nuestra responsabilidad es la de atender esta demanda social, hacerla parte de la lista de prioridades y comenzar a trabajar en ella.